Procesos de memorización

19.10.2022
  1. Investigar el texto y analizarlo de múltiples formas. No tocar con el instrumento, imaginar los sonidos para desarrollar el oído interno, solfear entonando.
  2. Interpretar el texto o fragmento cuando el alumnado afirme recordarlo tras utilizar distintos tipos de memoria: visualizar la partitura, recordar el análisis, recordar movimiento de los dedos, nombre de las notas, precisión de valores rítmicos.
  3. Reforzar la memoria auditiva, y se vuelve a interpretar el fragmento con las correcciones oportunas y alentando los éxitos conseguidos.

Diferentes procesos de memorización de partituras: 

En referencia a la memoria musical, hay que citar a Rodolfo Barbacci y su tratado Educación de la memoria musical, donde dice que la formación auditiva de una persona suele ser proporcional a la cantidad de música, popular, culta o de cualquier tipo, que guarda en el archivo de su memoria.

Establece R. Barbacci seis tipos de memoria, algunos de ellos relacionados e interdependientes. Éstos son los siguientes:

  • Memoria visual. Recordar lo visto, leído por su imagen gráfica y no por su contenido ideológico. El instrumentista retiene imágenes de compases, líneas… fija los rasgos salientes y posteriormente graba detalles conforme su interés. Además, es la utilizada para la memorización de digitaciones.
  • Memoria auditiva. Es la más importante y musical de todas. Es la mencionada antes, formada por oído externo y oído interno. Depende de la educación de nuestro oído en relación a elementos musicales como altura, timbre, acordes… y nos permite conocer y recordar exactamente cómo suena una pieza trabajada y escuchada con anterioridad. Pero esta capacidad puede fallar, por lo que hablamos de amusia o sordera musical, que puede ser de tres tipos: vocal (incapacidad de cantar una melodía escuchada), instrumental (similar pero con un instrumento) y visual (incapacidad para recordar, ante una nota o melodía, el o los sonidos representados).
  • Memoria analítica. Es la facultad de retener lo leído. Es la más intelectual de todas, y se fomenta mediante la lectura detenida de la partitura sin el violonchelo. Dentro de esta está la memoria numerativa, que se encarga de memorizar repeticiones de frases, motivos o ritmos iguales. Si en la ejecución se produce un fallo, la memoria analítica nos hará proseguir saltando a otro período lógico.
  • Memoria muscular, táctil o mecánica. Para R. Barbacci, es la memoria capaz de automatizar los movimientos de manera que permite prestar atención a diferentes aspectos de la interpretación al liberar la mente de la correlación mental/muscular. Se manifiesta mediante el proceso de tensión-relajación.
  • Memoria rítmica. Si durante la ejecución de pasajes de claro y definido ritmo pueden conservarlo aún equivocando o variando sonidos, hay memoria rítmica. Falta de memoria rítmica cuando hay un deficiente estudio de solfeo. La ayuda del metrónomo puede favorecer la memoria gracias a la exactitud del pulso.
  • Memoria nominal. Es la memoria verbal que dicta el nombre de las notas mientras se las ejecuta, independientemente de su entonación. Se desarrolla a partir del lenguaje musical y el solfeo tradicional.
  • Memoria emotiva. La expresión musical es una transmisión de sentimientos. Al tratarse de un proceso subjetivo no existen métodos ni pautas, aunque puede ser útil recrear y memorizar imágenes mentales, ideas sugeridas por el texto, palabras o frases.


© 2021 Rosa de Valme García Varela - Violonchelista
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